Los espacios para la creatividad son necesarios ya que cada vez es más evidente cómo la tecnología se apodera de los pequeños. Son menos los ratos que pasan en compañía de amigos, corriendo en las calles y rayando golosas en las aceras; hoy en día se pasan las horas frente a una tableta o un dispositivo móvil.
No es posible tener a nuestros hijos en una burbuja, y alejarlos de todo esto, pero como padres podemos, desde los espacios, proponerles elementos que los lleven a sentirse interesados por actividades más creativas como pintar, jugar con plastilina, y hacer manualidades.
Los rincones creativos no tienen que llevarse mucho espacio de la habitación, una pequeña mesita, un tablero o un dispensador de papel son algunos ejemplos que sin duda captarán la atención del pequeño, logrando nuevas dinámicas en su espacio, para que puedan experimentar, soñar y liberar su mente.
Estos espacios para la creatividad se pueden complementar con una exposición de sus obras de arte. Unos marcos viejos pintados de colores, una soga con ganchos o simplemente con cintas pegantes decorativas harán que el niño sienta que su trabajo es admirado y reconocido, que vale la pena pasar tiempo ensuciándose un poco y generando elementos que llenan de vida y color su habitación.
Incentiva la creatividad de los pequeños dándoles espacios que los inspiren a hacer creaciones mágicas y a divertirse sin parar.